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martes, 29 de octubre de 2013

PATRONES ATMOSFÉRICOS PERMITEN PREDECIR LAS OLAS DE CALOR

Sequía

Una ola de calor es un clima inusualmente elevado y húmedo durante un extenso tiempo. Para que sea una ola de calor, al menos debe durar un día, aunque pueden durar varios días e incluso semanas. Una alerta emitida por una ola de calor no suele generar la misma reacción en las personas como es una alerta por huracán, terremoto o tornado
Sin embargo, aunque no son tan destructivas como otros eventos naturales, las olas de calor pueden llevarse las vidas de muchas personas y, de hecho, así sucede. Ataca a sus víctimas lentamente, sobre todo a la población más vulnerable. Es por lo tanto, el más mortal de todas las condiciones climáticas extremas. 
En 2003, alrededor de 70 000 seres humanos murieron en Europa durante el verano más caluroso desde finales de la Edad Media, además,  en los EE.UU. las olas de calor ocasionaron la muerte a cientos de personas. Ahora, el equipo de Haiyan Teng del Centro Nacional de Investigación Atmosférica en Boulder descubrió mediante una base de simulaciones por ordenador que muestra las olas de calor en los Estados Unidos, un patrón atmosférico que las precede por dos semanas. 
La relación no es lo suficientemente fuerte por sí sola para predecir un período de tiempo extremo, pero los investigadores ven en los resultados, sin embargo, es un elemento importante para las futuras predicciones.
Las simulaciones mostraron que 15 días antes de una ola de calor en el centro de América del Norte, por lo general prevalece un patrón de clima característico: Cinco áreas de alta presión, al igual que un collar de perlas, se mueve en el hemisferio norte lentamente hacia el oeste. Lo más pronunciado de esta anomalía, permite considerar una mayor probabilidad de que dos semanas más tarde, comienze una ola de calor.
De hecho, este patrón de áreas de alta presión se produce con relativa frecuencia. Surge de las llamadas Ondas de Rossby en la corriente del chorro subtropical, que están estrechamente relacionadas de acuerdo con los resultados de investigación de los últimos años, con condiciones climáticas extremas. Sin embargo, en el contexto de los datos meteorológicos reales aún no es posible tener una estadística significativa, debido que los datos obtenidos en el período es demasiado corto. Por otra parte, estos resultados no descartan que otros factores, tales como los monzones en Asia o anomalías de la temperatura del océano también contribuyan a las olas de calor.
En cuanto a las Ondas de Rossby Bariotrópicas u Ondas Planetarias, como se conocen en geofísica, fueron denominadas así por Carl-Gustaf Rossby. Son oscilaciones que se producen en los fluidos geofísicos (océano y atmósfera) y que tienen su origen en el principio de conservación de la vorticidad potencial. La propagación de la fase de las ondas de Rossby es siempre hacia el oeste aun cuando la energía (velocidad de grupo) puede ser hacia el este (ondas cortas) o el oeste (ondas largas). 
La Organización Mundialde la Salud [OMS] esta preocupada ante la evidencia del enlace existente entre el cambio climático y la salud; ha cuantificado los impactos pasados y su proyección ha permitido identificar las poblaciones vulnerables y ha dado una guía sobre la accesoria de los riesgos climáticos, como son las ondas de calor, inundaciones, enfermedades trasmitidas por vectores y las sequías.
En Chile, se está viviendo un período de sequía que involucra una extensa zona y el consiguiente impacto en la economía nacional. Los expertos indican que el mal uso de los recursos naturales y la falta de una legislación pertinente, son los dos temas pendientes que nuestro país debe discutir a la brevedad. Ignorarlos o demorarlos, sólo facilita el avance de la desertificación. Para el ingeniero forestal Cristián Frene, cerca del 62,3% del país se ve afectado por la desertificación, con alrededor de 1,5 millones de chilenos experimentando, en alguna forma, la escasez hídrica. Frene comenta que: “Los científicos han señalado que desde aquí al año 2030, entre las latitudes en que se ubican Arica y Chiloé, ocurrirá un calentamiento promedio de 2º a 4º Celsius, por lo que en unos tres siglos más, la IV Región estaría incluida en el Desierto de Atacama y podría estar avanzando hacia la V Región”.
Ondas de calor, sequía o cualquiera situación derivada del cambio climático, es necesario que se incorpore como tema principal en el ámbito político y social, ignorarlo,  es jugar con un  futuro  bastante más diferente de lo previsto.
Fuente: © Spektrum.de [Lars  Fischer] / OMS / Alerta Tierra / Veo Verde / Wikipedia

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