El
compuesto conocido como Tetracloruro de Carbono, utilizado en aplicaciones como
por ejemplo en las limpiezas en seco y como agente extintor de incendios y
otros clorofluorocarbonos que destruyen la capa de ozono y contribuyen a que el
agujero en la capa de ozono sobre la Antártica , fue regulado
en 1987 bajo el Protocolo de Montreal; y según el último informe de este
Protocolo, se informaba que durante el período 2007 a 2012, las emisiones
fueron Cero.
El Protocolo de Montreal fue diseñado para
proteger la capa de ozono, reduciendo la producción y el consumo de
numerosas sustancias que reaccionan con el ozono y que se cree son responsables
del agotamiento de la capa de ozono.
Entró
en vigor el 01 de enero de 1989 y posteriormente ha tenido revisiones siendo la
última, la Revisión
de Pekín en 1999.
Se
cree que si todos los países cumplen con los objetivos propuestos dentro del
tratado, la capa de ozono podría ser recuperada para el año 2050.
Enlace al vídeo “Ozone-Depleting Compound Persist”
Sin
embargo, una nueva investigación dirigida por Qing Liang en el Centro de Vuelo
Espacial Goddard de la NASA
en Greenbelt, Maryland, ha demostrado que las emisiones mundiales de
tetracloruro de carbono están mostrando
un promedio de 39 kilotones al año. Esta inesperada gran cantidad de un
compuesto que agota el ozono,
corresponde aproximadamente al 30% de las emisiones límite antes de que el
tratado internacional entrara en vigor, proviene de una fuente desconocida,
detectada décadas después de que el compuesto fuera prohibido en todo el
planeta.
Esta
situación inesperada, ha hecho que los científicos
cuantifiquen las emisiones para comenzar a investigar de donde están viniendo. La
pregunta del momento es ¿Hay fugas industriales? ¿Hay grandes emisiones de los
sitios contaminados, o existe otra fuente desconocida?
Fuente:
NASA Goddard