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lunes, 27 de enero de 2014

LA CONTROVERSIA DEL COLESTEROL


Es indiscutible que el colesterol encontrado en la placa, está  implicado en la aterosclerosis. Si el colesterol es sin embargo responsable de estas placas, ahora es controvertido.
 El Colesterol alto no está necesariamente ligado a un mayor riesgo de ataque al corazón. Crédito: Fotolia – Sebastián Kaulitzki

Bastante se habla de los problemas de salud que provoca tener el colesterol alto, se le responsabiliza de los ataques cardíacos y de los accidentes cerebros vasculares;  para evitarlos, se recomienda limitar el consumo de mantequillas, carnes, quesos, etc., y que para mantenerlo controlado, hay que mantener un consumo estable de remedios centralizados en las estatinas.
¿Es tan peligroso el colesterol? 
Puede que en algunas personas sea peligroso, en otras, tal vez se necesite solamente controlarlo adecuadamente.

Como en toda drástica posición, existen personas que prefieren una buena  e intensa investigación, antes de decidir sobre un tema que incide directamente en la vida de los seres humanos.

En relación al colesterol, existe el THINCS  [The International Network of Cholesterol Skeptics / en español - La Red Internacional de Escépticos del Colesterol], una red de científicos  que dudan de la hipótesis del llamado colesterol, del cual se ha hecho un dogma, representado por los médicos y las autoridades de salud pública de todo el mundo, que han expuesto: Que mientras más bajo se tenga el colesterol, mejor es para la salud.

Es tan grande esta influencia, que muchos se hacen la pregunta si los 91  miembros de la red THINCS,  no tienden a desviarse.
Difícil, por cuanto algunos de ellos han publicado en  prestigiosas revistas, como The Lancet, lo hizo el médico Uffe Ravnskov, de Suecia, el cual ha publicado alrededor de 100 veces, su posición sobre el tema, recibiendo el pensamiento crítico en medicina, por no considerar de que el colesterol sea  el responsable de todos los fallecimientos derivados de un colesterol alto. 
Al mismo tiempo, existe también una situación extra, relacionada con las estatinas, el popular medicamento reductor del colesterol, el cual científica y económicamente representada por un exitoso grupo relacionado con la medicina, haya logrado en los últimos 30 años que más de 200 millones de personas alrededor del mundo se hayan medicamentado con este producto.

La mayoría de los médicos consideran que la aterosclerosis es la principal causa de los ataques cardíacos y apoplejías debido al colesterol. Los médicos entienden que los vasos sanguíneos se contraen y endurecen, debido al almacenamiento de colesterol. Tomás Münzel, profesor de cardiología en el Hospital de la Universidad de Maguncia, dice que: “Estas placas pueden romper la dependencia de los niveles de colesterol. Como resultado, obstruyen el paso provocando un ataque al corazón”.

Los médicos distinguen entre el colesterol  “malo” o LDL [Lipoproteínas de baja densidad], y el “bueno”  o  HDL [Lipoproteínas de alta densidad], por cuanto el colesterol es una sustancia cerosa que no es soluble en la sangre; produciéndose que el LDL transporte la sustancia al hígado, en cambio el HDL reduce el exceso de colesterol en la sangre, evitando perjudicar el hígado.

En cambio los escépticos del colesterol, centralizado en el grupo THINCS, tienen una creencia opuesta: El colesterol no causa ateroesclerosis.
Dieter Borgers, profesor en el Hospital de la Universidad de Düsseldorf y autor del libro “Colesterol, el fracaso de un dogma”, aparecido en el año 1992 ha dicho que: “Porque encontraron el colesterol en la placa de las paredes vasculares, se pensó que producía  ataques al corazón, y que una reducción de esta sustancia tendría efectos beneficiosos”.

Los críticos afirman, que el colesterol sólo es un inocente testigo de los acontecimientos debido que en las autopsias efectuadas en personas fallecidas por problemas cardíacos, no se encontró ninguna correlación entre la concentración en la sangre de colesterol LDL y el grado de aterosclerosis en personas seleccionadas al azar.
Según los estudios, el 50% de las personas que sufrieron ataque al corazón tenían el colesterol alto, y el otro 50% tenía bajos niveles de colesterol y aún así, padecían de ateroesclerosis”, comenta Ravnskov.

El patólogo neozelandés Willian Stehbens en una de sus publicaciones, escribe:“La aterosclerosis es una enfermedad degenerativa de los vasos; ella puede causar daños graves en los chimpancés, gorilas y loros, aún cuando estos animales son principalmente herbívoros …la enfermedad es más acentuada cuando la presión es alta…”

En la década de 1970, el investigador americano de la nutrición de Ancel Keys, planteó en un comentario titulado “Siete Países Estudian”, se habría demostrado que las personas que comen mucha carne, mantequilla, leche, huevos y ácidos grasos saturados, tenían una alta probabilidad de morir de un ataque al corazón, por lo cual se lanzó la idea de la “dieta del corazón”; fue una forma de promover la ateroesclerosis.

Los críticos del colesterol,  han planteado que  Keys habría elegido deliberadamente a siete países con más probabilidades de confirmar su hipótesis.
Según Uffe Ravnskov comenta: “Absorbemos colesterol con los alimentos, el cuerpo humano también produce colesterol, en poca cantidad; pero si absorbemos menos comida, el cuerpo produce más colesterol; es recomendable la dieta mediterránea, por contener una mayor porción de pescado, aceite de oliva y verduras, disminuyendo los niveles de LDL. En algunos pacientes disminuye un 10%, porcentaje por lo demás ineficaz”.

Borgers, un estudioso del colesterol ha comentado: “Todos los principales estudios dietéticos asumidos, son desastrosos e ineficientes, no demostraron prevenir ni tener una influencia más favorable de la prevención del colesterol”.
En estos días, los estudiosos de este tema, dudan de los efectos perjudiciales de los ácidos grasos saturados; incluso el huevo, que en su momento fue prohibido debido a su alto contenido de colesterol y que en la actualidad, se le  ha rehabilitado.
Durante muchos años existió la creencia de que si se comían huevos, el colesterol contenido en la yema incrementaba peligrosamente el colesterol LDL en la sangre. Esta situación influyó en dos científicos de la Universidad de Surrey, los cuales realizaron un estudio para confirmar si realmente el colesterol de las yemas de los huevos era tan perjudicial. Descubrieron que no era el colesterol ingerido el problemático, sino las grasas saturadas que se ingerían con los diferentes alimentos que componían las diversas y desequilibradas dietas en la gran parte de la población.
Un estudio de la nutricionista Juliet Gray y del profesor de nutrición metabólica de la universidad inglesa Bruce Griffin, descubrieron que el colesterol de los huevos sólo tiene un efecto muy pequeño y clínicamente insignificante en la sangre de los seres humanos.

Dado el impacto social que tiene el colesterol en los seres humanos, se ha examinado la asociación entre la ingesta de grasas saturadas y las enfermedades cardiovasculares. Existen tres informes que incluyen el efecto de la grasa saturada en la baja densidad de colesterol de lipoproteínas, es la evidencia que vincula las grasas saturadas a la enfermedad cardiovascular, pero el efecto sobre el colesterol de lipoproteínas de alta densidad, fue ignorado sistemáticamente.
Por consiguiente, contrariamente a la creencia popular, el colesterol es vital: Se produce en varias partes del cuerpo, como ser en las membranas celulares del cerebro y también en la leche materna.

Un trabajo de Robert Hoenselaar titulado “Satured fat and Cardiovascular disease: The Discrepancy between the Scientific literature and Dietary Advice” se encuentra en Nutrition.
El trabajo investigativo de Juliette Irmer “Die Cholesterin-Bombe” se encuentra en Spektrum de. 

Bibliografía: Nutrition / Wikipedia / Spektrum de / Thincs / 
Lecturas adicionales: