Crédito de la imagen: NIZO
La tecnología cada vez permite investigar procesos alimenticios que luego se
aplican o permiten desarrollar opciones direccionadas
a evaluar procesos cuyas alternativas beneficien el consumo de los productos
que habitualmente utilizamos.
Es así como en junio de 2013, está programada la
publicación en la Revista Hidrocoloides ,
el trabajo del científico George A. Van Aken de NIZO, una compañía holandesa de
investigación de alimentos, que revela un método de medición de volumen en la
boca: “Tribología Acústica”, nombre que Van Aken tomó de un pequeño micrófono
de contacto, que envasado en polietileno para mantenerlo seco, lo aseguró detrás de los dientes superiores (incisivos) con el fin de grabar la señal acústica
producida por las vibraciones variables de las papilas cuando la lengua los frota
contra el paladar.
En la formulación de los productos de bajo contenido de grasa – carbohidratos bajos
en grasa – quienes desarrollan estos productos deben hacer frente al significativo cambio en la
sensación producida en la boca y la necesidad de compensar estos cambios. Hasta
ahora las mediciones estándar se
utilizan para determinar la viscosidad. Por lo tanto, es importante determinar
como un producto cambia debido a la fricción de las superficies, y por esta razón
se utiliza la tribología.
Este dispositivo desarrollado por VanAken, permitirá que en un futuro próximo podamos escuchar lo que nuestras lenguas sienten, por cuanto permite captar las vibraciones dentro del tejido de la lengua, que varía dependiendo de la cantidad de deformaciones de las papilas cuando se frotan contra el paladar.
Escuchar sonidos del café sin y con crema - crédito NIZO
La sensación de un café negro es
diferente a la sensación del mismo café con crema es lo que se puede apreciar en este vídeo NIZO
El trabajo de Van Aken, "Acoustic emission measurement of rubbing and tapping contacts of
skin and tongue surfaces in relation to tactile perception”, se le considera dentro de la geografía de los
alimentos que se relaciona a una larga
serie de experimentos llevados a cabo
por Charles Spence, quien compartió con su colega Massimiliano Zampini en Premio IG Nóbel 2008 en materia de nutrición
para modificar electrónicamente el
sonido de una patata, mediante un chip.
Fuente: NIZO Your Food Researchers
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