Imagen: autorretrato de Antonio Literio
en las escaleras de Concordia.
Temperatura: -80ºC , presión del aire 1/3
menor que la del nivel del mar. Salir significa tomar procedimientos semejantes
a una caminata espacial. Crédito A. Literio
Quienes
no hemos estado en la antártica, se nos
hace difícil imaginar un invierno
extremadamente frío y oscuro; quienes habitan las bases militares y centros
científicos, su experiencia, debido a las condiciones inhóspitas de la zonas
polares, les hace parecer que han estado viviendo en otro
planeta.
En
la Antártica
existe la Base
de Investigación Concordia, abierta en 2005, corresponde a una instalación de
investigación construida en un altozano (domo) llamada DOMO C a 3.223 metros de altura
sobre el nivel del mar en la Meseta
Antártica. Su localización la ubica a 1.100 Km ., al interior del
continente desde la base francesa Dumont d’Urville; y a 1.670 Km ., del Polo Sur
geográfico, ubicación que la pone dentro del reclamado territorio antártico por
Australia – Territorio Antártico Australiano.
Es la cuarta base operativa todo
el año, cercana a la base Belgrano de Argentina, la
Base Vostok de Rusia y la Base Amundsen -Scott Polo Sur
estadounidense. Esta operada por científicos de Italia y Francia.
Imagen: Concordia en la oscuridad - iluminación de las torres. crédito: A. Literio
ESA
[ European Space Agency – Agencia Espacial Europea] patrocina la investigación
médica, enviando un médico cada invierno, para estudiar los efectos a largo
plazo del aislamiento, y la comprensión del cuerpo y mente de los seres humanos
en su adaptación a ambientes extremos, lo que ayudará a superar los retos en el
largo plazo, primeramente de quienes
vivan a bordo de la
Estación Espacial Internacional [ISS] y luego en los viajes
espaciales – la Luna ,
Marte y más allá.
El medio ambiente antártico coloca a sus habitantes bajo estrés continuo, planteando desafíos a todos los involucrados. ESA estudia como funciona el equipo de Concordia, en particular, con el sueño.
La
falta de ciclos de noche-día, crea patrones irreregulares de sueño, los cuales
son factores con los que debe lidiar Concordia al igual como sucede en los
vuelos espaciales.
Imagen: primeras señales de luz - crédito ESA
Un
factor importante, son los tres meses de
noche continua que debe soportar la Base
Concordia , tres meses
de oscuridad que se rompieron el sábado
10 de agosto cuando el Sol desapareció en mayo pasado.
Al comienzo, en mayo, solo una leve luz en el horizonte indicaba la
ubicación del Sol que señalaba la separación del día de la noche, luego
desapareció sumiendo la zona en una
completa oscuridad en el punto más
profundo del invierno a mediados de junio, para luego nuevamente comenzar
aparecer, lenta pero constantemente hasta dar paso a la salida del Sol real.
Para el equipo que habita Concordia, el amanecer de éste sábado será el más
magnífico amanecer vivido, pudiendo nuevamente apreciar el panorama de hielo
que rodea la estación.
Hemos leído experiencias de la
oscuridad invernal en las regiones polares, en especial de las personas que
viven en el extremo norte, pero el aislamiento y soledad en la Estación de Investigación
Concordia, ubicada en el Continente más lejano y climáticamente difícil, es
extrema. Pasar un año en la
Antártica , experimentar el largo, frío y oscuro invierno,
solo es comparable a una experiencia
obtenida en la realización de las
misiones espaciales; es la razón por la cual ESA participa en las actividades
de Concordia.
Por ejemplo: Se necesitan lámparas de luz brillante para
regular los relojes del cuerpo humano de la tripulación de la estación, algunos
miembros recurren a la medicación para ajustar su reloj biológico después de
que caen en un efecto llamado “free-run”, cuando el tiempo real y el cuerpo
difieren demasiado y sus cuerpos no pueden regular el sueño. En el espacio es
al revés, los astronautas de la Estación
Espacial experimentan 16 amaneceres y puestas de Sol cada días, lo que es también gravemente perturbador.
Esta en un espacio cerrado bajo
presión, también es como estar en una
Estación Espacial; y después de meses de aislamiento, enfrentarse a la antártica “Hivernauts” y en la Estación Espacial ,
es el mismo problema: se han olvidado por completo lo que se siente ver a otras
personas alrededor, oler aromas frescos de la naturaleza y estar al aire libre
sin la protección de prendas de vestir especiales.
Crédito: ESA
Imagen: Concordia en verano - crédito ESA
Leer más: La Base más remota de la Tierra
Foto del 22 de marzo de 2013 en espera del invierno - Inspección de sismógrafos.
Crédito IPEV / PNRA / D. Romano