Sequía
Una ola de calor es un
clima inusualmente elevado y húmedo durante un extenso tiempo. Para que sea una
ola de calor, al menos debe durar un día, aunque pueden durar varios días e
incluso semanas. Una alerta emitida por una ola de calor no suele generar la
misma reacción en las personas como es una alerta por huracán, terremoto o
tornado
Sin embargo, aunque no
son tan destructivas como otros eventos naturales, las olas de calor pueden
llevarse las vidas de muchas personas y, de hecho, así sucede. Ataca a sus
víctimas lentamente, sobre todo a la población más vulnerable. Es por lo tanto, el más mortal de todas
las condiciones climáticas extremas.
En 2003, alrededor de 70 000 seres humanos murieron
en Europa durante el verano más caluroso desde finales de la Edad Media ,
además, en los EE.UU. las olas de calor
ocasionaron la muerte a cientos de personas. Ahora, el equipo de Haiyan Teng del Centro Nacional de Investigación Atmosférica en Boulder
descubrió mediante una base de simulaciones por ordenador que muestra las olas
de calor en los Estados Unidos, un patrón atmosférico que las precede por dos
semanas.
La relación no es lo suficientemente fuerte por sí
sola para predecir un período de tiempo extremo, pero los investigadores ven en
los resultados, sin embargo, es un elemento importante para las futuras
predicciones.
Las simulaciones mostraron
que 15 días antes de una ola de calor en el centro de América del Norte, por lo
general prevalece un patrón de clima característico: Cinco áreas de alta
presión, al igual que un collar de perlas, se mueve en el hemisferio norte
lentamente hacia el oeste. Lo más pronunciado de esta anomalía, permite
considerar una mayor probabilidad de que dos semanas más tarde, comienze una
ola de calor.
De hecho, este patrón de
áreas de alta presión se produce con relativa frecuencia. Surge de las
llamadas Ondas de Rossby en la corriente del chorro subtropical, que están
estrechamente relacionadas de acuerdo con los resultados de investigación de
los últimos años, con condiciones climáticas extremas. Sin embargo, en el
contexto de los datos meteorológicos reales aún no es posible tener una
estadística significativa, debido que los datos obtenidos en el período es
demasiado corto. Por otra parte, estos resultados no descartan que otros
factores, tales como los monzones en Asia o anomalías de la temperatura del
océano también contribuyan a las olas de calor.
En
cuanto a las Ondas de Rossby Bariotrópicas u Ondas Planetarias, como se conocen en geofísica, fueron denominadas así por Carl-Gustaf
Rossby. Son
oscilaciones que se producen en los fluidos
geofísicos (océano y atmósfera) y
que tienen su origen en el principio de conservación de la vorticidad potencial. La propagación de la fase de las ondas de Rossby
es siempre hacia el oeste aun cuando la energía (velocidad
de grupo)
puede ser hacia el este (ondas cortas) o el oeste (ondas largas).
En
Chile, se está viviendo un período de sequía que involucra una extensa zona y el
consiguiente impacto en la economía nacional. Los expertos indican que el mal
uso de los recursos naturales y la falta de una legislación pertinente, son los
dos temas pendientes que nuestro país debe discutir a la brevedad. Ignorarlos o
demorarlos, sólo facilita el avance de la desertificación. Para el ingeniero
forestal Cristián Frene, cerca del 62,3% del país se ve afectado por la
desertificación, con alrededor de 1,5 millones de chilenos experimentando, en
alguna forma, la escasez hídrica. Frene comenta que: “Los científicos han señalado que desde aquí al año 2030, entre las
latitudes en que se ubican Arica y Chiloé, ocurrirá un calentamiento promedio
de 2º a 4º Celsius, por lo que en unos tres siglos más, la
IV Región estaría incluida en el Desierto
de Atacama y podría estar avanzando hacia la
V Región ”.
Ondas
de calor, sequía o cualquiera situación derivada del cambio climático, es
necesario que se incorpore como tema principal en el ámbito político y social, ignorarlo, es jugar con un futuro bastante más diferente de lo previsto.