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lunes, 11 de noviembre de 2013

MAYOR CONCENTRACIÓN DE GASES DE EFECTO INVERNADERO EN LA ATMÓSFERA

 

La Organización Meteorológica Mundial [OMM], publicó esta semana el Boletín anual de Gases de Efecto Invernadero, mostrando que el efecto del calentamiento global en el clima, aumentó un 32% entre los años 1990 y 2012, la razón: Una mayor concentración de gases que atrapan el calor, como el dióxido de carbono [CO2], el metano y el óxido nitroso.
El dióxido de carbono, que proviene principalmente de las emisiones relacionadas con el combustible fósil, es responsable del 80% de este incremento; el aumento del CO2 atmosférico entre 2011 y 2012 fue de 2,2 partes por millón, superior a la tasa media de crecimiento en los últimos 10 años. Este mayor máximo, sin precedentes, significa una continua y acelerada tendencia que está determinando el cambio climático, afectando el futuro de nuestro planeta durante los próximos cientos o miles de años venideros.
De acuerdo al Boletín,  desde comienzo de la era industrial en 1750, la concentración atmosférica media del CO2  se incrementó en un 41%, la del metano en un 160% y la del óxido nitroso en un 20%. Lo que está sucediendo en la atmosfera de la Tierra, forma parte de algo que tiene un alcance mucho mayor. Sólo aproximadamente la mitad del CO2 emitido por la actividad de los seres humanos, permanece en la atmósfera, el resto es absorbido por la biosfera y los océanos.
El Secretario General de la OMM, Michel Jarraud, ha declarado que: “Las observaciones de la Red de Vigilancia de la Atmósfera Global de la OMM muestran claramente de nuevo  cómo los gases debido a las actividades humanas, que atrapan el calor, alteran el natural equilibrio de la atmósfera y son una contribución importante al cambio climático”.Jarraud continúa señalando: “En su reciente 5º informe de evaluación, el Grupo Internacional de Expertos sobre el Cambio Climático [IPCC] ha hecho hincapié en que las concentraciones de dióxido de carbono, metano y óxido nitroso, han aumentado a niveles sin precedentes en los últimos 800.000 años; y como consecuencia de ello, nuestro clima está cambiando, el tiempo es más extremo, los mantos de hielo y los glaciares se están fundiendo y el nivel del mar se está elevando”.
El Sr. Jarraud señaló que: “Según el IPCC, de continuar la actual evolución en forma uniforme, a fines del presente siglo las temperaturas medias a nivel mundial podrán llegar a unos 4,6 grados superior a los niveles preindustriales, e incluso mayores en algunas partes del planeta, lo que significaría devastadoras consecuencias. Para contener el cambio climático, es necesario reducir en forma sustancial y sostenible, las emisiones de gases de efecto invernadero, se tiene que actuar ahora, de otra forma, se estará poniendo en peligro el futuro de las próximas generaciones”.
El Boletín de Gases de Efecto Invernadero de la OMM, informa sobre las concentraciones atmosféricas y no las emisiones de estos gases. Las emisiones representan el total de los que entra en la atmósfera, mientras que las concentraciones representan lo que queda en la atmósfera después del complejo sistema de interacciones entre la atmósfera, biosfera y los océanos.

Aún cuando este Boletín  pudiera parecer alarmista, la realidad, pocas veces conocida por los seres humanos, es mayor a lo que realmente se comenta. El dióxido de carbono es una consecuencia directa de la quema de combustibles fósiles y la deforestación, las cifras indican un aumento sostenido y acelerado en los últimos 10 años.
Durante el presente año, 2013, las concentraciones horarias y diarias superaron el umbral simbólico de 400 partes por millón en varias partes del planeta.
El CO2 se mantiene en la atmósfera durante cientos  e incluso miles de años, será determinante en gran medida del calentamiento global medio en superficie hacia fines del presente siglo XXI y posteriormente, pudiéndose mantener durante los siglos siguientes, aún cuando se detuvieran las emisiones inmediatamente.
El metano es el segundo gas de efecto invernadero de larga duración; el 40% de las emisiones de metano  a la atmosfera proceden de fuentes naturales, como ser los humedales y un  60% de las actividades como la ganadería, el cultivo del arroz, la explotación de combustibles fósiles, los vertederos de basura y la combustión de la biomasa.
En el año 2012 el metano atmosférico alcanzó un máximo sin precedentes, aproximadamente 1819 partes por millón de millones [ppm] debido al incremento de las emisiones procedentes de fuentes antropogénicas [por efecto de los seres humanos], para un mejor control, se requiere una mayor cobertura atmosférica con elementos más sofisticados  que en la actualidad no se encuentran disponibles.
El tercer gas es el óxido nitroso, emitido a la atmósfera procedente de fuentes naturales en un 60% y antropogénicas aproximadamente en un 40%, en particular, por los océanos, el suelo, la combustión de biomasa, el uso de fertilizantes y diversos procesos industriales. En el año 2012  la concentración atmosférica fue de 325,1 ppb significando un aumento de 0,9 ppb con respecto al año 2011.
El óxido nitroso juega también un importante papel en  la destrucción de la capa de ozono estratosférico que nos protege de los perjudiciales rayos ultravioletas del Sol.
Otros gases de efecto invernadero de larga duración son  los clorofluorocarbonos [CFC], los hidroclorofluorocarbonos [HCFC] que en el último tiempo, muestran un rápido y sostenido aumento.

Todo este conjunto de antecedentes, sólo nos lleva a pensar que de no tomar a nivel socio cultural conciencia de lo que significa un cambio climático para la raza humana, el futuro de nuestro hogar, la Tierra, está en nuestra manos. La solución es obvia. 
Fuente: Comunicado de prensa  Nº 980 - Organización Meteorológica Mundial - OMM