Hielos
anclados y flotantes en Alaska. Fuente: Planetary Visions/Universidad de
Waterloo (Canadá)/ESA.
El hielo que se forma
sobre los lagos del norte de Alaska durante los meses de invierno está
disminuyendo. El análisis de veinte años de imágenes de radar tomadas desde el
espacio revelan los efectos del cambio climático sobre los ecosistemas a altas
latitudes, según una investigación de instituciones canadienses y la ESA (Agencia Espacial
Europea).
Las variaciones de la temperatura del aire y de los niveles de las precipitaciones invernales a lo largo de las últimas cinco décadas han alterado los ciclos, la duración y el espesor de los hielos que se forman sobre los lagos árticos.
Las variaciones de la temperatura del aire y de los niveles de las precipitaciones invernales a lo largo de las últimas cinco décadas han alterado los ciclos, la duración y el espesor de los hielos que se forman sobre los lagos árticos.
En esta región, un
clima más cálido provoca que la cubierta de hielo sea más fina y, como
consecuencia, que un menor porcentaje de los lagos permanezca congelado durante
todo el invierno.
Estos cambios afectan
al clima local y regional, a la dinámica del permafrost - el hielo
permanente - y a la disponibilidad de agua para usos residenciales e
industriales durante el invierno. La variación del espesor del hielo también
provoca cambios en las propiedades físicas, térmicas y químicas del agua de los
lagos, alterando su ecosistema.
Hasta ahora nunca se había documentado este fenómeno de forma exhaustiva con la ayuda de los datos recogidos por los satélites. Un reciente estudio dela Ladera Norte de Alaska, publicado en The Cryosphere, documenta los
regímenes de hielo en lagos poco profundos basándose en las imágenes radar
tomadas por los satélites ERS-1 y ERS-2 de la ESA.
Hasta ahora nunca se había documentado este fenómeno de forma exhaustiva con la ayuda de los datos recogidos por los satélites. Un reciente estudio de
Este estudio desvela
una reducción del 22% del “hielo anclado” – el hielo que alcanza el fondo de
los lagos – entre los años 1991 y 2011. Esta cifra sería el equivalente a un
adelgazamiento generalizado del hielo entre los 21 y 38 centímetros .
“Antes de comenzar este estudio ya nos esperábamos encontrar
una reducción en el espesor del hielo flotante y anclado, como anunciaban los
registros de temperatura y de precipitaciones de las últimas cinco décadas en
la estación meteorológica Barrow”, explica Cristina
Surdu, autora principal de esta investigación, en la nota de prensa de la ESA. “Pero al concluir el estudio nos quedamos sorprendidos: los análisis de
tendencias mostraban una disminución dramática del hielo en tan sólo 20 años”.
Los mayores cambios se registran a finales del invierno (abril-mayo), con una disminución gradual del hielo entre 1991 y 2005. Durante los últimos seis años del período que cubre este análisis, se registró un declive muy abrupto, alcanzando un valor mínimo en 2011.
Los mayores cambios se registran a finales del invierno (abril-mayo), con una disminución gradual del hielo entre 1991 y 2005. Durante los últimos seis años del período que cubre este análisis, se registró un declive muy abrupto, alcanzando un valor mínimo en 2011.
Las misiones de la ESA
Vídeo
Los instrumentos radar embarcados en los satélites ERS de
Al estudiar la forma
en la que las señales rebotan contra la superficie de la Tierra se puede determinar
si el hielo todavía está flotando (con agua líquida por debajo) o si ya ha
alcanzado el fondo del lago.
Las operaciones de
ERS-1 terminaron en el año 2000 y ERS-2 se retiró en 2011. Las imágenes radar
de estos dos satélites y las de la misión Envisat – que finalizó en 2012 –
permitían monitorizar la evolución de los lagos congelados. Asegurar la
continuidad de este tipo de datos es fundamental para poder continuar los
estudios de los regímenes de hielo a altas latitudes, señala la nota de prensa.
La misión Sentinel-1
del programa Copérnico visitará estas regiones con más frecuencia y mantendrá
la continuidad de las observaciones radar para los servicios de monitorización
del hielo de los lagos. El primero de los dos satélites que componen esta
misión se lanzará esta primavera.
Compilado de:
Tendencias 21 / Tendencias del agua
Bibliografía: The Cryosphere