El jefe de Servicio de Cardiología del Hospital General Universitario Gregorio Marañon (España), doctor Francisco Fernández-Avilés, afirma que, en los pacientes con enfermedad cardiaca terminal, "la administración aislada de células madre no juega ningún papel ni lo jugará nunca".
Según explica, esto es debido a que, en esta situación, se ha perdido el tejido cardiaco funcionante y la estructura tridimensional que lo sostiene. "La inyección de células en esta situación no arreglará nunca el problema. En este tipo de pacientes la única alternativa al trasplante convencional es la aplicación de técnicas de ingeniería tisular para la obtención de órganos bioartificiales a partir de estructuras de cadáver decelularizadas y recelularizadas".
Es precisamente en este área en el que trabaja en el último año, del que destaca se están produciendo avances "enormes", aunque, añade, "estamos en la fase más incipiente de lo que será este desarrollo".
Advierte de que "la terapia celular de regeneración cardiaca ha avanzado de forma espectacular".
Aunque, apunta, "sigue todavía en una fase preliminar con un grado de desarrollo que depende de las células disponibles (y) de la situación clínica en la que se encuentran los pacientes".
En los pacientes con infarto agudo de miocardio es dónde más ha madurado este tipo de tratamiento, advierte, al tiempo explica que "en estos pacientes las células derivadas de la médula ósea son seguras y producen un beneficio adicional significativo sobre la función cardiaca en comparación con la terapia estándar".
Este experto, participará este jueves y viernes en el VIII Symposium on Stem Cell Therapy and Cardiovascular Innovations, se celebrará en la sede del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) en Madrid.
Copilado de Solo Ciencia