Virus de la Influenza
Virus en biología, del latín virus <toxinas o
venenos>, es un agente infeccioso microscópico acelular que solo puede
multiplicarse dentro de las células de otros organismos, infectando todos los
tipos de organismos, desde animales a plantas;
hasta bacterias y arqueas.
Los virus son demasiado pequeños para ser
observados con la ayuda de microscopios ópticos, por lo que se dice que
son submicroscópicos. Existen
excepciones entre los virus núcleo-citoplasmáticos de ADN de gran tamaño, como
el megavirus chilensis, el cual se logra ver a través de la microscopía óptica.
Realmente los virus son un reino de parásitos
intracelulares de pequeño tamaño, de 20 a 500 milimicras, constituidos sólo por dos
tipos de moléculas: Un ácido nucleico y varias Proteínas. El ácido nucleico,
que puede ser ADN o ARN, según los tipos de virus, está envuelto por una
cubierta de simetría regular de proteína, denominada cápside.
Como se mencionó, los huéspedes que ocupan pueden
ser animales, vegetales o bacterias; entre los micro organismos, parasitan
bacterias, son los virus bacteriófagos o fagos, pero no se conocen virus que
infecten algas, hongos o protozoos. Entre los vegetales, se han encontrado
infecciones por virus en las plantas con flores pero no en las plantas
inferiores, solo se han encontrado en artrópodos.
En cuanto a los seres humanos, las enfermedades
causadas por virus más conocidas son la poliomielitis, gripe, viruela,
sarampión, fiebre amarilla, encefalitis, paperas, tracoma, etc., incluso en la actualidad se estima que
algunos tumores cancerosos serían también de origen vírico
Las infecciones víricas en general, no
pueden ser tratadas con antibióticos; sin embarco, el interferón, producto
biológico sintetizado por los tejidos invadidos por un virus, es activo contra
infecciones causadas. Las infecciones víricas en general, no pueden ser tratadas
con antibióticos, sin embargo, el interferón, producto biológico sintetizado
por los tejidos invadidos por un virus, es activo contra las infecciones
causadas por virus.
Dale Warren Griffin ha expuesto en su trabajo publicado en Astrobiology, que los virus han sido reconocidos como una de las más numerosas entidades
impulsoras principales de la evolución de la Tierra ;
pero históricamente han sido mayormente ignorados en el campo de la
astrobiología debido a la opinión de que no están vivos en el sentido clásico
de cómo los seres humanos entienden la vida y encuentran que no presentarían un
riesgo debido a su naturaleza específica.
En
la actualidad conocemos la importancia de los virus por ser más propensos a
encontrarnos con ellos en otros planetas con vida, que si bien algunos son
exquisitivamente específicos en su acogida, muchos virus se utilizan en cientos
de diferentes especies que los acogen; muchos de ellos existen en nuestro
planeta Tierra en ambientes extremos y aunque muchos no sobreviven mucho tiempo
fuera de sus anfitriones, algunos pueden sobrevivir largos periodos de
tiempo, especialmente en el frío.
En la búsqueda de vida extraterrestre, se debería estar centralizando los esfuerzos
en la búsqueda de los virus y, si bien
cualquiera de los virus que se puedan encontrar puedan plantear algún riesgo,
existe la posibilidad de un encuentro con un virus capaz de acceder a múltiples
tipos de células, y cualquier contacto posible con tal organismo debe ser
tratado en consecuencia. Es el tema del trabajo titulado "The Quest for Estraterrestrial Life; ¿What About the Viruses?" de Dale Warren Griffin, en Astrobiología de Agosto 2013,13 (8): 774-783. doi 10.1089/ ast.2012.0959 Publicado en el Volumen 13 Nº 8:
14 de Agosto 2013, cuyo resumen
corresponden los último tres párrafo.
Así como los virus algunos pueden
resistir el frío, es una de las posibilidades a considerarlos en la búsqueda de
vida extraterrestre; la cual se centraliza en las misiones estelares a la Luna , Marte – Misión MSL – y
las misiones en los satélites de planetas del Sistema Solar - Europa en Júpiter, Titán en Saturno, etc., -
La posibilidad de vida más allá de nuestro
planeta, podría ser bacteriana, viral o celular, rangos conocidos por los seres
humanos.
Es una opción para cualquier inteligencia,
tratar de comunicarse mediante la factibilidad de que la información llegue sin
límite de tiempo, permitiendo así un viaje dentro de la Galaxia en búsqueda de inteligencias
que logren descifrar el mensaje enviado.
Los seres humanos han tratado de
comunicarse utilizando una opción tecnológica; el 16 de noviembre de 1974 se
trasmitió una señal de radio desde el Observatorio de Arecibo en dirección del
Cúmulo Globular M13, que dista unos 25.000 años luz, lejos del plano de
nuestra Galaxia La Vía Láctea.
La señal contenía 1.679 bits de
información.
1.679 es = a 73 x 23 que es el
producto de dos números primos, lo cual sugiere ordenar los bits en una matriz
de 73 x 23, que da la imagen que sigue:
El
mensaje de Arecibo carece de colores; los colores fueron añadidos para destacar
las diferentes partes. El mensaje original no posee información sobre colores.
Crédito: Cedido por el Observatorio de Arecibo; Centro Nacional de Astronomía
y de la Ionosfera , Universidad
de Cornell).
Desde este punto de vista, una
cultura extraña podría recurrir a la
biología para comunicarse con otra, creando
un sistema de comunicaciones que no disminuya
ni se deteriore con la distancia y el tiempo; que continúe activa resistiendo
los rigores del espacio, y que al llegar algún lugar que fuera viable para su
regeneración, se reproduciría al ponerse en contacto con algo vivo, permitiendo
su desarrollo y lograr comunicarse en el nuevo ámbito que lo acoge; el mejor
vehículo sería una bacteria, virus o célula, o tal vez un microbio.
Las misiones en el espacio ¿Qué encontrarán?
Cuando se habla se bacterias o virus ¿Qué nos ofrecerán? ¿Estaremos en
condiciones de entender el mensaje si
provienen de un entorno distinto al nuestro?
Los riesgos son inherentes a lo que
deseamos, pero siempre estaremos dispuestos a enfrentar lo desconocido. La
humanidad no habría llegado a lo que es en la actualidad si no tuviera el
coraje de ir más allá en la búsqueda de respuestas.