Powered By Blogger

sábado, 9 de agosto de 2014

CON NANOTUBOS Y LÁSER OBSERVAN EL FLUJO SANGUÍNEO DEL CEREBRO

Vista de un cerebro de ratón, lograda mediante nanotubos de carbono y lásares que permitió a los investigadores ser capaces de observar los vasos sanguíneos en el cerebro del ratón sin tener que abrir el cráneo. Crédito: Dai Lab de la Universidad de Stanford

 Ver el flujo sanguíneo en la cabeza intacta en un ser vivo y en tiempo real, es lo que la técnica ha permitido lograr ahora una observación completamente no invasiva. Este maravilloso éxito fue logrado por el estudiante de post grado Hong Guosong del Depto de Química de la Universidad de Stanford y sus colegas, mediante la ayuda de láser y de los nanotubos de carbono. Los investigadores inyectaron en ratones los nanotubos de carbono solubles en agua y luego se irradió la cabeza de los roedores con un láser en el infrarrojo cercano NIR II. Su luz se puede desarrollarse específicamente en los nanotubos de carbono de pared simple (SWNT) con una longitud de onda de un nm en una fluorescencia entre 1300-1400. El resultado, fue que se pudieron visualizar los vasos sanguíneos en el cerebro, sin tener que abrir el cráneo, como se hace habitualmente en la actualidad.
Los investigadores fueron capaces de observar hasta tres milímetros de profundidad por debajo de los huesos, incluso la zona cubierta por los capilares, que tenían sólo unos pocos micrómetros de diámetro. Al mismo tiempo, los nanotubos y la irradiación no afectó a los ratones: su cerebro trabajó normalmente. 
En el futuro, esta tecnología podría utilizarse en los enfermos de Alzheimer o pacientes con accidente cerebrovascular en los que se les altera el flujo de sangre en la función cerebral, es la esperanza de Hong y sus colegas. Sin embargo, tienen que aún superar obstáculos, tales como la profundidad de penetración de la luz láser a través del hueso del cráneo humano, el cual es mucho más fuerte que la de los ratones. Al mismo tiempo, los nanotubos no pueden inyectarse en los seres humanos, por lo que los científicos también buscan agentes fluorescentes alternativos. Al final, la esperanza de  Hong es trabajar  en las  neuronas individuales monitoreándolas desde el cerebro.

© Spektrum.de