Dentro de las mascotas hogareñas más comunes,
después del perro (entrada del 02 de julio), está el gato doméstico – Felis
Silvestris Catus –, el cual es una subespecie
de mamífero carnívoro, de la familia Felidae.
El gato convive con los seres humanos desde hace
unos 9.500 años, período superior al estimado anteriormente que oscilaba entre
los 3.500 y 8.000 años.
Como animal de compañía es una de las mascotas más
populares. La asociación del gato con los humanos lo condujo a figurar en la
mitología y leyendas de diferentes culturas incluyendo a la civilización
egipcia, japonesa, china y escandinava. Es inteligente, ágil, amigable y
afectuoso y domina a su dueño según sus deseos y necesidades. Muchas veces
utiliza el hogar que le acoge como un centro de operaciones, donde tiene
comida, cama y cariño, pero sale y regresa cuando quiere.
Pero quien
tiene como mascota a uno o más gatos, ¿sabe que la tenencia responsable
de mascotas está directamente relacionada con la salud de los seres humanos?
El contacto con otros gatos, y como buen cazador, el
contacto con ratas, pájaros, comidas en mal estado, etc., le hace peligroso
ante la posibilidad de trasmitir muchas enfermedades a los seres humano, siendo
una de las principales la sarna, la cual trasmite especialmente a los niños
ante el contacto de caricias y de los lugares en que duerme, especialmente la
cama de sus amos. El ácaro de los gatos
también afecta a las personas pero como estos no hallan en el cuerpo
humano un medio apto para sobrevivir, no logran reproducirse.
Sarna en el pie y pierna de un niño provocada por un gato - credito: Notigatos
Los dueños de gatos tienen que poner atención a las
exageradas demostraciones de cariño que le dispensan. Según un estudio
publicado por el diario inglés Daily Mail, el contacto con un gato enfermo
puede traer problemas serios a la salud humana; el periódico comenta que unas
personas que besaron a sus gatos, que estaban enfermos y murieron, sufrieron
enfermedades respiratorias relacionadas con bacterias que fueron encontradas en
la boca de los felinos.
El estudio publicado en la Revista Clinical Infectious
Diseases destacó el peligro que representa el contacto físico con una persona. El
médico Joseph Myers del Hospital Summa Akron City en Ohio, EE.UU., afirmó: “Sospecho que eso pasa con más frecuencia de
lo que imaginamos”.
La investigación científica confirmó que el cuadro
clínico de pacientes que habian sufrido heridas provocadas por sus gatos, estaba directamente relacionado con la bacteria Pasteurella Multocida trasmitida por mordidas y arañazos de
estos felinos que causan infecciones cutáneas. Según el médico, un 80% de los
gatos la poseen (los perros solo un 60%).
El sitio Toledo
News Now informó que Janese Walters perdió la visión de su
ojo izquierdo después de que uno de sus gatos lo lamiera: “Un día me desperté y no veía con ese ojo, pensé que tenía
conjuntivitis” explicó la mujer. Pero la realidad era que uno de sus
gatitos le había trasmitido una bacteria que le provocó una infección conocida
simplemente como “Rasguño de Gato”, los especialistas que la trataron,
confirmaron que el daño es irreversible.
La bacteria no pone en peligro la salud de los
gatos, pero si la de cualquier humano que la contraiga, ya que puede inflamar
los vasos sanguíneos oculares, crear problemas en el hígado o alojarse en la
médula espinal y desarrollar una meningitis. Según el informe, entre otras
infecciones trasmitidas a las personas luego de dormir con su gato (también con
su perro), por besarlo o por recibir lametones, se encuentran el anquilosotoma,
la tiña, los nemátodos, la enfermedad del Arañazo de Gato, las infecciones por
estafilococos resistentes a los medicamentos, la toxoplasmosis, enfermedad
infecciosa ocasionada por el protozoo Toxoplasma Gondii, un Parásito
intracelular que se trasmite a través de diferentes vías de contagio; afectando
mayormente al feto en las mujeres embarazadas y también a los niños, ancianos y
personas con deficiencia inmunológica, provocando infecciones
asintomáticas. El doctor Kris Brickman dice: “Básicamente pueden jugar con los gatos, pero después tienes que
lavarte y desinfectarte las manos”.
En Chile, se han registrado prevalencias de un 13.3%
en niños sanos y de un 10.3% en adultos con riesgo ocupacional
(veterinarios y técnicos veterinarios).
El 90% de las personas contagiadas presenta síntomas localizadas con
inflamación persistente en herida ocasionada por un gato, la cual provoca inflamación
de los ganglios linfáticos cercanos a la herida. Este cuadro se puede prolongar
máximo por 4 semanas; sin embargo, el 10% de los casos, presenta un compromiso
general con fiebre persistente, dolor abdominal e incluso compromiso
neurológico.
Los huevos y larvas de los parásitos de los gatos se
pueden encontrar en los sofás, alfombras, las camas si se deja que el felino
duerma o descanse en ellas, en la casa de la mascota si la tiene, y en
particular, en la tierra.
Por lo tanto, es recomendable revisar el gato adulto
y sus pequeños gatitos si tiene crías, cuando salgan al patio o regresen los
felinos adultos de sus salidas a lugares más allá del hogar que los cobija, ver
entre los dedos, detrás de los oídos, que son los lugares que con mayor
frecuencia se esconden las garrapatas.
Los gatos también influyen en el equilibrio ecológico
del planeta, ellos persiguen y muchas veces comen, a los pájaros y ratones; a
su vez, los coyotes persiguen a los gatos, manteniendo el equilibrio
desarrollado por la naturaleza; ha sido demostrado en un estudio realizado en
el este de los Estados Unidos; el biólogo Roland Kays del Colegio de Recursos
Naturales del Estado de Carolina del Norte comenta: “Los gatos callejeros se aprovechan cada año a un sin número de
pequeños mamíferos y aves; pero nadie sabe donde estos felinos van a cazar”.
Cuidar a las mascotas, es una obligación, pero también
hay que evaluar los eventuales peligros para la salud familiar si no se consideran las infecciones que pueden trasmitir.
Como todo ser viviente, las mascotas que se tengan en los hogares, necesitan cuidados intensos y periódicos, evitando especialmente los cariñitos que podrían ser el inicio de problemas de salud, especialmente en los niños que insisten en que su mascota duerma con ellos.
Bibliografía: Spektrum.de; NotiGatos; Taringa;
Minuto Uno; Publimetro Mujer; El Blog de Gatos¸et al.
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