Es
indiscutible que el colesterol encontrado en la placa, está implicado en la aterosclerosis. Si el
colesterol es sin embargo responsable de estas placas, ahora es controvertido.
El Colesterol alto no está necesariamente ligado
a un mayor riesgo de ataque al corazón. Crédito: Fotolia – Sebastián Kaulitzki
Bastante se habla de los problemas de salud que
provoca tener el colesterol alto, se le responsabiliza de los ataques cardíacos
y de los accidentes cerebros vasculares; para evitarlos, se recomienda limitar
el consumo de mantequillas, carnes, quesos, etc., y que para mantenerlo
controlado, hay que mantener un consumo estable de remedios centralizados en
las estatinas.
¿Es tan peligroso el colesterol?
Puede que en
algunas personas sea peligroso, en otras, tal vez se necesite solamente
controlarlo adecuadamente.
Como en toda drástica posición, existen personas
que prefieren una buena e intensa
investigación, antes de decidir sobre un tema que incide directamente en la
vida de los seres humanos.
En relación al colesterol, existe el THINCS
[The International Network of Cholesterol Skeptics / en
español - La Red
Internacional de Escépticos del Colesterol], una red de
científicos que dudan de la hipótesis
del llamado colesterol, del cual se ha hecho un dogma, representado por los
médicos y las autoridades de salud pública de todo el mundo, que han expuesto: Que mientras más bajo se tenga el
colesterol, mejor es para la salud.
Es tan grande esta influencia, que muchos se hacen la pregunta si los 91 miembros de la
red THINCS, no tienden a desviarse.
Difícil, por cuanto algunos de ellos han publicado
en prestigiosas revistas, como The
Lancet, lo hizo el médico Uffe Ravnskov, de Suecia, el cual ha publicado alrededor
de 100 veces, su posición sobre el tema, recibiendo el pensamiento crítico en
medicina, por no considerar de que el colesterol sea el responsable de todos los fallecimientos
derivados de un colesterol alto.
Al mismo tiempo, existe también una situación
extra, relacionada con las estatinas, el popular medicamento reductor del
colesterol, el cual científica y económicamente representada por un exitoso
grupo relacionado con la medicina, haya logrado en los últimos 30 años que más
de 200 millones de personas alrededor del mundo se hayan medicamentado con este
producto.
La mayoría de los médicos consideran que la
aterosclerosis es la principal causa de los ataques cardíacos y apoplejías
debido al colesterol. Los médicos entienden que los vasos sanguíneos se
contraen y endurecen, debido al almacenamiento de colesterol. Tomás Münzel,
profesor de cardiología en el Hospital de la Universidad de
Maguncia, dice que: “Estas placas pueden
romper la dependencia de los niveles de colesterol. Como resultado, obstruyen
el paso provocando un ataque al corazón”.
Los médicos distinguen entre el colesterol “malo” o LDL
[Lipoproteínas de baja densidad], y el “bueno”
o HDL [Lipoproteínas de alta
densidad], por cuanto el colesterol es una sustancia cerosa que no es soluble
en la sangre; produciéndose que el LDL transporte la sustancia al hígado, en
cambio el HDL reduce el exceso de colesterol en la sangre, evitando perjudicar
el hígado.
En cambio los escépticos del colesterol, centralizado
en el grupo THINCS, tienen una creencia opuesta: El colesterol no causa
ateroesclerosis.
Dieter Borgers, profesor en el Hospital de la Universidad de
Düsseldorf y autor del libro “Colesterol,
el fracaso de un dogma”, aparecido en el año 1992 ha dicho que: “Porque encontraron el colesterol en la
placa de las paredes vasculares, se pensó que producía ataques al corazón, y que una reducción de
esta sustancia tendría efectos beneficiosos”.
Los críticos afirman, que el colesterol sólo es un
inocente testigo de los acontecimientos debido que en las autopsias efectuadas
en personas fallecidas por problemas cardíacos, no se encontró ninguna
correlación entre la concentración en la sangre de colesterol LDL y el grado de
aterosclerosis en personas seleccionadas al azar.
“Según los
estudios, el 50% de las personas que sufrieron ataque al corazón tenían el
colesterol alto, y el otro 50% tenía
bajos niveles de colesterol y aún así, padecían de ateroesclerosis”,
comenta Ravnskov.
El patólogo neozelandés Willian Stehbens en una de
sus publicaciones, escribe:“La aterosclerosis
es una enfermedad degenerativa de los vasos; ella puede causar daños graves
en los chimpancés, gorilas y loros, aún cuando estos animales son
principalmente herbívoros …la enfermedad es más acentuada cuando la presión
es alta…”
En la década de 1970, el investigador americano de
la nutrición de Ancel Keys, planteó en un comentario titulado “Siete Países
Estudian”, se habría demostrado que las personas que comen mucha carne,
mantequilla, leche, huevos y ácidos grasos saturados, tenían una alta probabilidad
de morir de un ataque al corazón, por lo cual se lanzó la idea de la “dieta del
corazón”; fue una forma de promover la ateroesclerosis.
Los críticos del colesterol, han planteado que Keys habría elegido deliberadamente a siete
países con más probabilidades de confirmar su hipótesis.
Según Uffe Ravnskov comenta: “Absorbemos colesterol con los alimentos, el cuerpo humano también
produce colesterol, en poca cantidad; pero si absorbemos menos comida, el
cuerpo produce más colesterol; es recomendable la dieta mediterránea, por
contener una mayor porción de pescado, aceite de oliva y verduras, disminuyendo
los niveles de LDL. En algunos pacientes disminuye un 10%, porcentaje por lo
demás ineficaz”.
Borgers, un estudioso del colesterol ha comentado: “Todos los principales estudios dietéticos
asumidos, son desastrosos e ineficientes, no demostraron prevenir ni tener una
influencia más favorable de la prevención del colesterol”.
En estos días, los estudiosos de este tema, dudan
de los efectos perjudiciales de los ácidos grasos saturados; incluso el huevo,
que en su momento fue prohibido debido a su alto contenido de colesterol y que
en la actualidad, se le ha rehabilitado.
Durante muchos años existió la creencia de que
si se comían huevos, el colesterol contenido en la yema incrementaba
peligrosamente el colesterol LDL en la sangre. Esta situación influyó en dos
científicos de la
Universidad de Surrey, los cuales realizaron un estudio para
confirmar si realmente el colesterol de las yemas de los huevos era tan
perjudicial. Descubrieron que no era el colesterol ingerido el problemático,
sino las grasas saturadas que se ingerían con los diferentes alimentos que
componían las diversas y desequilibradas dietas en la gran parte de la población.
Un estudio de la nutricionista Juliet Gray y del
profesor de nutrición metabólica de la universidad inglesa Bruce Griffin,
descubrieron que el colesterol de los huevos sólo tiene un efecto muy pequeño y
clínicamente insignificante en la sangre de los seres humanos.
Dado el impacto social que tiene el colesterol en
los seres humanos, se ha examinado la asociación entre la ingesta de grasas
saturadas y las enfermedades cardiovasculares. Existen tres informes que
incluyen el efecto de la grasa saturada en la baja densidad de colesterol de
lipoproteínas, es la evidencia que vincula las grasas saturadas a la enfermedad
cardiovascular, pero el efecto sobre el colesterol de lipoproteínas de alta
densidad, fue ignorado sistemáticamente.
Por consiguiente, contrariamente a la creencia
popular, el colesterol es vital: Se produce en varias partes del cuerpo, como
ser en las membranas celulares del cerebro y también en la leche materna.
Un trabajo
de Robert Hoenselaar titulado “Satured fat
and Cardiovascular disease: The Discrepancy between the Scientific literature
and Dietary Advice” se encuentra en Nutrition.
El trabajo investigativo de Juliette Irmer “Die Cholesterin-Bombe” se encuentra en Spektrum de.
Bibliografía: Nutrition / Wikipedia / Spektrum de /
Thincs /
Lecturas adicionales:
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