Son verdaderas bombas de energía, tiene
una serie de cualidades positivas, podrían tener en el futuro una gran
preponderancia en la alimentación humana
Crédito © fotolia / Friedberg
La población mundial
supera los 7.100 millones de habitantes, y cada año incrementará porcentajes que podrían
significar una población que superará nuestra imaginación a fines del presente siglo XXI.
¿La Tierra podrá alimentarnos?
Ante esta pregunta,
es posible que ya estemos en los inicios de un problema alimenticio naciente.
Es así como se detecta que el suministro de proteína se ha transformado en un
problema que nos podrá afectar en el corto plazo.
La población
mundial demanda alimentos, según
cálculos de las Naciones Unidas, la sola producción de trigo debe ser aumentada
en un 60% de aquí al año 2050.
El consumo de
carne y pescado cada día es mayor, en
especial, en los países en desarrollo constante, pero los animales también
tienen que comer, y para lograrlo deben ingerir proteínas que por el momento se
centraliza en la soya y harina de pescado.
Tan grande es en la
actualidad el hambre de carne, que la producción mundial de soja de 210
millones de toneladas, un 85% termina en concentrados y 20 millones de
toneladas de peces termina como harina de pescado concentrada, la cual va direccionada a la alimentación de aves y cerdos destinados
a la alimentación humana.
Otros problemas que
se deben agregar, es la disminución de las áreas de terrenos fértiles debido al
cambio climático y a la urbanización progresivamente sostenida, ante la
expansión de las ciudades y a la sobre explotación de los mares. Las
consecuencias de los últimos años ha sido el incremento de los precios del
trigo, la soja y de la harina de pescado.
Y es en este
contexto, cuando aparece la cría de insectos como una brillante solución, por
cuanto estos pequeños seres, no solo son
proteínas valiosas sino que en muchos casos, se alimentan de los residuos, un
recurso prácticamente infinito si consideramos que sólo en la Unión Europea , se tiran 90
millones de toneladas de alimentos.
En la actualidad, la Agencia de Investigaciones
de Alimentos FERA de Inglaterra liderado por Elaine Fitches, coordina el Proyecto
INSECTO que es promovido por la Unión Europea , la cual aportó
para este proyecto tres millones de euros.
Fitches dice: “Queremos demostrar que las proteínas obtenidas de insectos, son una
fuente de alimento segura, sostenible y económica; estas proteínas, a partir de
las larvas de moscas, son de una calidad
mucho mejor que la soja y es comparable a las de los peces”.
Elaine y sus colegas
investigan, entre otras cosas, la producción masiva automatizada de insectos,
ella comenta: “Para criar insectos,
parece sonar simple, pero para hacerlo económicamente en escala industrial,
todavía se necesita un poco de trabajo”.
Los investigadores están
perfeccionando factores tales como la temperatura, la luz, la humedad y en
especial, la textura de los alimentos.
¿Cómo deben estar
compuestos los residuos? ¿Qué humedad
deben tener? ¿Cómo se superponen? Y así sucesivamente.
Los riesgos
potenciales de la producción de
proteínas que esta examinando el equipo
de Fitches, es la eventual contaminación con productos químicos o gérmenes.
En el Instituto de
Investigaciones para la Agricultura Orgánica
en Suiza, el grupo que lidera Andreas Stamer ya ha logrado tener práctica en
este aspecto; ellos Investigaron en un proyecto de tres
años hasta que punto la comida derivada de gusanos,
puede complementar la harina de pescado convencional en la cría de truchas. El
resultado obtenido fue: Hasta el 50% de la harina de pescado se pudo sustituir
por los de gusanos, las truchas crecieron bien como lo hacían habitualmente al consumir el anterior
alimento. Por consiguiente, se espera que en 2014 una planta piloto pueda
producir entre 1.000 a
3.000 toneladas/año de este nuevo tipo de harina.
Sin embargo, en
Europa y Suiza todavía está prohibido alimentar mediante harina de insectos a
los vertebrados, anteriormente las proteínas provenientes de insectos solo se
podían utilizar en piensos. Los expertos
anticipan que en 2014 se aprobará este nuevo tipo de harina como
alimento para animales; al mismo tiempo,
se tiene que especificar los requisitos que deben cumplir los residuos orgánicos
que alimentarán a los insectos.
En la actualidad hay
empresas que están desarrollando alternativas entre los insectos, en Vancouver
se encuentra Enterra, que desarrolla
pruebas en la reproducción de mosquitos automatizando la cría de moscas.
En Sudáfrica, la
compañía Agriprotein, ha estado trabajando en la optimización de la cría de
moscas y moscardones, por cuanto comen mejor la sangre, frutas y verduras. Con
la colaboración de la
Universidad de Stellenbosch, la empresa sudafricana ha
realizado variaos estudios comparativo de proteínas.
Como se puede
apreciar, el futuro de la alimentación humana podría paulatinamente ir
dependiendo de los insectos, los cuales
proporcionarían, como harina, el alimento básico para los animales, aves y
peces que los seres humanos consumirán como alimento cotidiano.
¿Porque hemos
llegado a esta opción? Creo que no hemos sido lo suficientemente responsables para
entender que lo que se siembra, tendremos que cosecharlo. Hemos tratado mal a
nuestro planeta, seguimos sin comprender que el cambio climático ha comenzado,
que seguimos aniquilando los bosques y selvas, cada día ensuciamos más los
océanos; si queremos vivir debemos cuidar el único hogar que hoy tenemos: La Tierra.
Fuente:
Spektrum.de / Wageningen ur
Texto completo:- Derkluge Bauer füttert den Wurm
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