El
sueño es un estado fisiológico de autorregulación y reposo uniforme de un
organismo; es la contraposición con el estado de vigilia. La característica
principal del sueño son los bajos niveles de actividad fisiológica, presión sanguínea,
respiración y menor respuesta a los estímulos externos.
Durante
el estado de sueño, el sistema glinfático, equivalente al sistema linfático del
resto del cuerpo, se activa diez veces más en comparación al estado de vigilia,
permitiendo que los residuos de las células cerebrales se eliminen con mayor
eficacia.
Investigadores
de la Universidad
de Rochestere Medical Center, liderados por Maiken Nedergaard, han estudiado el
sistema de limpieza del cerebro al activarse durante los períodos de sueño, porque aumenta el espacio entre las células nerviosas, permitiendo que el fluido
del cerebro pueda pasar en forma más efectiva a través de los huecos
cerebrales. Se logra en esta forma, vaciar los contaminantes, incluyendo la proteína beta,
un amiloide implicado en patogénesis de la enfermedad de Alzheimer.
Al
examinar los cerebros en vigilia y sueño de ratones anestesiados, lograron seguir el flujo del líquido cefalorraquídeo
mediante marcadores fluorescentes, encontrando que durante el período de sueño,
la brecha entre las células nerviosas había crecido.
Lograron
comprobar que las brechas en ratones que estaban concientes, sólo habían
crecido entre un 13 al 15 por ciento en
relación a los que estaban durmiendo, que lo hicieron entre un 22 al 24 por
ciento.
Se
llegó a la conclusión que el líquido cefalorraquídeo fue capaz de fluir más
libremente transportando, por lo tanto,
más contaminantes. La radio marca
del beta/amiloide fluyó dos veces más rápido en el estado de sueño que en el
estado de vigilia, no importando si se había producido en sueño natural o en el
sueño artificialmente inducido.
Lo
investigadores han sugerido que el neurotransmisor norepinefrina, regula el
tamaño de las células nerviosas y los espacios que dejan en el medio; en cambio
se bloquearon los receptores de norepinefrina en los ratones y el espacio entre
las células nerviosas aumentó de forma similar durante el sueño. Las funciones
conocidas del sueño, como del almacenamiento permanente de lo aprendido, no explican
como la falta crónica de sueño, puede
terminar en forma fatal.
El
estudio actual proporciona un excelente
antecedente de la función normal del cerebro en vigilia, debido que
inevitablemente los productos de desecho
tóxicos no pueden ser removidos cuanto está en “modo de trabajo”; sólo el estado de sueño
permite una limpieza a fondo y asegura que las sustancias nocivas no se acumulen y dañen el cerebro.
Fuente:
Spektrum.de (Elena Bernard) / Wikipedia
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