Dentro de los
relojes atómicos, el nuevo reloj frontal CSF2 que permite mejorar la exactitud
del tiempo. Crédito © PTB
Llega septiembre, y nuevamente debemos modificar
nuestra medida de tiempo, por cuanto el sábado 07 de septiembre a las 23:59:59
debe adelantarse la hora en 60 minutos,
pasando a ser 01:00:00 del día 8 de septiembre de 2013., Chile continental verano. Quedaremos a -3
horas UTC
Nos guste o no,
tendremos que nuevamente reacondicionar nuestro reloj biológico. El
tiempo lo hemos cambiado, pero ¿Que es el Tiempo?
El tiempo es una magnitud física con la que los seres
humanos medimos los acontecimientos que nos afectan. Nos permite ordenar
sucesos en secuencias al establecer un pasado, presente y futuro.
En realidad solo vivimos presentes, al leer esta entrada, el inicio de ella es
pasado, el final es futuro, en cambio, mientras la estamos leyendo, vivimos el presente.
Existe una forma de
mantener vigente el presente, una foto, un vídeo, una película, en
realidad son presentes congelados que muestran
eventos en determinado momento. Pasarán los años y si vemos una
fotografía familiar,
automáticamente pensamos como
fueron, lo que cambiaron, y si ya no están,
nos permite mantener su recuerdo.
El tiempo lo tenemos regulado mediante un Sistema
Internacional, en la cual la opción más pequeña que se ha generalizado, es el
segundo, cuyo símbolo es s [por ser un símbolo y no una
abreviatura, se tiene que escribir solo con minúscula, no debe utilizarse “seg”
ni agregarle un punto posterior].
Por lo tanto:
Un segundo es la duración de 9.192.631.770 oscilaciones de la radiación emitida
en la transición entre dos niveles hiperfinos, del estado fundamental del
isótopo 133 del átomo de cesio (133Cs) a una temperatura de 0 K
Esta oscilación de un poco más de 9 mil
millones Hertz [GHz] corresponde a la radiación de microondas.
Otro factor interesante a considerar,
es como vemos nuestro entorno, en realidad lo vemos en tiempo pasado, una persona ve a otra pero persona a tres
metros de distancia, en realidad no lo está viendo como es “ahora” sino como “era”
hace una centésima de millonésima de segundo [10-8 /s] es decir,
una centésima de microsegundo. Este cálculo está limitado al dividir la
distancia por la velocidad obteniendo así el tiempo transcurrido, pero como la
diferencia entre las dos personas es menos que una cienmillonésimos de segundo,
es demasiado pequeña para que influya.
En
la vida cotidiana, estamos sujetos a los dictados de la época, nos señala cuando tenemos que
levantarnos y que hacer en determinados momentos. Es nuestra herramienta que no sólo está
en el diseño de la jornada, sino también en la planificación de las semanas,
meses y años, incluso nos apoya durante toda la vida; sin embargo, el tiempo es
mucho más que una herramienta útil, es un reto científico y filosóficamente es emocionante
cuestionar su esencia: ¿Qué es el tiempo? ¿Y por qué se está acabando, incluso
si no miramos el reloj? Nosotros
experimentamos el tiempo como absoluto y que no puede ser influenciado.
Si
nos amarramos a su rutina, a continuación, observamos los cambios del paso del
tiempo por: El movimiento de los objetos en el medio ambiente; La migración
diaria del sol en el cielo; Los cambios de la naturaleza en todas las
estaciones; El crecimiento de nuestros hijos y El envejecimiento. Todo nos
indica que el tiempo avanza. Nos
gustaría que el flujo del tiempo deliberadamente sea cierto, porque tenemos la
capacidad para recordar el pasado, pudiendo así aprender de los aciertos y
errores del pasado. Experimentamos el momento presente, que sabemos que va a
ser más allá del momento siguiente .Así como podemos dar forma a nuestro futuro
mediante la planificación con la ayuda del tiempo. La hora de los grandes cambios es obviamente
crítica, o también se podría decir que los movimientos son esenciales.
La
medida del tiempo en la actualidad, al utilizar la medición del isótopo 133 del
átomo del cesio, produce un desfase entre el segundo como unidad de tiempo
astronómico y el segundo medido a partir del tiempo atómico, más estable que la
rotación de la Tierra ,
lo que obliga a los ajustes necesarios para mantener concordancia entre el
tiempo atómico y el tiempo solar medio. El cálculo astronómico de un día solar
medio es, en promedio, ligeramente más largo que el “segundo atómico”. Desde el
año 1958 del pasado siglo XX hasta la actualidad, la diferencia de tiempo acumulada
es de 34 segundos, el que fue solucionado con un salto el 01 de julio de 2012.
Un
reloj óptico con átomos neutros de estroncio, es considerado uno de los
principales candidatos para la definición del segundo; sus posibilidades han
aumentado considerablemente, ya que ahora su frecuencia probablemente
puede determinar un orden de magnitud más
precisa. Los científicos de
Physikalisch-Technische Bundesandnstalt (PTB) han sentado las bases que
permiten medir la influencia de la incertidumbre más importante, la
temperatura ambiente; la cual, hasta el momento, sólo podía obtenerse teóricamente.
Su hallazgo fue publicado en la Revista
Physical Review Letters, probablemente en la geodesia y la física
fundamental.
Fuente:
Spektrum.de / PTB /
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más – Relojes atómicos
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