Hoy sábado 27 de abril de 2013, a las 23:59:59 horas los relojes
deben ser atrasados en 60 minutos [1 hora], debiendo señalar las 23:00:00 hrs.,
del mismo día; en Chile continental y
antártica chilena.
Queda a -04:00:00 horas en relación al Tiempo
Universal Coordinado [TUC / UTC
Universal Time Coordinate en inglés].
En
las islas Rapa-Nui y Salas y Gómez, el cambio se produce a las 21:59:59
horas, debiendo los relojes señalar las 21:00:00 horas del mismo día. Esta zona insular, queda a
-06:00:00 horas TUC.
El
horario de invierno tendrá una duración
de 133 días, finalizando el sábado 07 de septiembre a las 23:59:59 momento
que deberán los relojes ser adelantados en
60 minutos.
La
complejidad de los cambios de hora, en especial en Chile, donde la población, y
por consiguiente, los sistemas, estaban adaptándose lentamente a un ciclo de
modificación entre hora invierno versus hora verano, fue bruscamente manipulado durante los últimos tres años,
produciendo variables a las cuales los seres humanos demoran en adaptarse, aún cuando los
“expertos” digan lo contrario.
El
efecto en las zonas agrícolas es más patético que en las ciudades, las personas involucradas en la
agricultura o crianza de animales deben lidiar con el manejo del ganado y las
aves de corral, los animales tienen su horario y ellos los mantienen aún cuando
los humanos los cambien. En nuestra vida particular, las familias que tienen bebés se nota, una madre dará la mamadera a su hijo siempre a la misma hora, no importa que el reloj diga otra cosa, el niño mantiene su ciclo horario; si se lo cambian, atenerse a sus consecuencias,nerviosismo, mal genio, imprevistas rabietas pueden ser consecuencia del desnivel horario.
En
la salud, repercute en los lapsos de descanso a los cuales algunas personas no
logran adaptarse. Los dispositivos médicos como desfibriladores, monitores de
glucosa o marcapasos, deben ser ajustados a fin evitar consecuencias graves si
esto se ignora. Algunos estudios indican que los ataques cardíacos tienden
aumentar después del inicio de los horarios de verano como así mismo, las tasas
de suicidio han comenzado a mostrar un leve incremento.
De
seguir, el futuro de las personas en
zonas con cambio de horario, debiera preocupar a las autoridades, ellas tendrá
que evaluar estadísticamente una realidad que muchas veces, por política, se
lleva a efecto sin considerar los comportamientos que derivaran de estos
cambios.
La
productividad tendrá también que revisarse, los cambios de hora
para reuniones, viajes, facturación, horarios de emisión, etc., producen un
efecto negativo en la economía. Que se diga o trate de explicar lo contrario,
son sólo maniobras que no corrigen ni dan soluciones tendientes a evitar
incremento en los costos.
En
cuanto a la delincuencia, el hecho que los trabajadores y niños en edad escolar
durante el horario de verano tienen que levantarse más temprano, hace que
aumente la tendencia a los asaltos y crímenes; tanto en las mañanas como en las
tardes, por cuanto la gente se queda más tiempo trabajando. Esta
asociación de eventos, produce, inquietud, nerviosismo, mal genio y temor al estar expuesto a delitos violentos.
Se
habla de lo que dicen las estadísticas, economías de una u otra manera, pero
¿indican lo que realmente pasa? Se sabe que los datos son de fácil
manipulación, se comunica lo que se desea informar, vivimos en un periodo de
tiempo, en que la información es según con el cristal con el cual se quiere
mirar.
Ningún
estudio de las reales consecuencias de los cambios de horarios, son absolutos,
pero lo que una vez se dijo justificando la implementación de los cambios de
hora; que los trabajadores tendrían más tiempo para participar con su familia, lograr junto a
ellos un mejor esparcimiento que beneficiara la salud y la economía del hogar,
vemos que la realidad es otra, en la actualidad todo se resume que ése
tiempo, se transforma en cuanto demoramos en ir y volver de un punto a otro;
llegándose sea a su trabajo u hogar,
cansados y de pésimo humor debido a los
altibajos que se deben soportar durante su desplazamiento.
El
horario que hoy conocemos como de invierno, fue base de generaciones anteriores y su registro se
mantiene en el inconciente colectivo y es lo que hace que nos sintamos
mejor cuando se inicia el horario de invierno. De mantenerse, la sociedad podría
disfrutar una mejor calidad de vida.
Los
fundamentos que utiliza la autoridad para cambiar las vigencias de los horarios,
es el eventual ahorro en el consumo de energía eléctrica, ante el supuesto del
mejor aprovechamiento de la luz natural.
Según antecedentes de la operación del Sistema Interconectado Central,
se habría podido observar durante el 2012 que la ampliación del horario de
verano habría generado una reducción en el consumo de energía, cercana a los 39
GWh y que entre los meses de marzo y abril, se habría producido un ahorro del
orden de 0,1% entre una equivalencia de 6 y 7 GMh., que los científicos comprueben
las exactitudes de esta medida.
Privilegiar
un cambio de hora sin considerar la calidad de vida de los seres humanos, es discriminarlos a dejar de
lado la salud mental y psíquica.
Los
cálculos efectuados ¿reflejan una real
economía de energía? ¿Los trabajadores perciben ésa economía en su vida diaria?
Hoy tenemos noticias de que se habría manipulado el Censo 2012 y es factible que el
IPC no refleje la realidad económica del
país. La
credibilidad de los datos estadísticos están en juego.
Como
ciudadano común esta entrada es sólo un rugido de ratón.
Bibliografía: Shoa Decreto 153 / Lukor / La Voz de Galicia /Natursan / et al.
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